Un grupo de cata es algo que te permite varias cosas:
- Catar más vinos y a tu ritmo
- Compartir la información con más gente y aprender más rápido
- Enfocarte en temas del vino que te interesen más
- Abaratar los costes
- Vivir momentos muy emocionantes
Es importante cuando empiezas que estas primeras las catas las hagas con gente experimentada, catas organizadas por profesionales, que te faciliten la labor de aprender identificar lo que estás bebiendo. Pero aprenderás más y desarrollarás más tus habilidades de cata si lo complementas con unos amigos, compañeros de viaje, con los que ir a vuestro ritmo. A saber de vinos se aprende bebiendo. Y si, desafortunadamente, no tienes la posibilidad de ir a sitios que organicen catas o de alguien que te instruya, no tengas miedo y hazlo tú sólo con algunos amigos. Esta es una guía para hacerlo por vosotros mismos.
Beber sólo y no compartir la experiencia con nadie realmente no es divertido. El vino es algo que mejora cuando se comparte, sobre todo con gente que también lo sabe valorar y apreciar. Bueno, llegará un día en que también habrá botellas que prefieras beberte sólo, pero eso todavía no toca.
1. Reclutar Miembros:
- Invita a amigos interesados en aprender sobre vinos y disfrutar de catas juntos.
- Asegúrate de que estén abiertos a probar diferentes estilos y variedades de vino.
- Los que formen el grupo de cata deberían tener más o menos el mismo nivel de conocimientos. Si eres el que más sabes de tu grupo, quizás te has equivocado de grupo
2. Establecer Objetivos:
- Define el propósito del grupo de cata: ¿Es para aprender sobre vinos, socializar o ambas cosas? Las sobremesas después de la cata con algo para picar suelen ser muy interesantes.
- Establece expectativas claras sobre el compromiso y la participación en las catas.
3. Organizar Reuniones:
- Programa reuniones regulares para las catas, ya sea semanales, quincenales o mensuales, según la disponibilidad del grupo.
- Decide quién será el anfitrión de cada reunión: la persona del grupo que prepara la cata, y conoce el orden de los vinos.
- Elige un lugar cómodo para catar los vinos.
- El grupo mínimo de cata deberían ser 3 personas y 3 botellas, para aprovechar mejor tanto el intercambio de opiniones y poder valorar 3 etiquetas permite observar mejor los contrastes entre ellas.
4. Seleccionar Temas para las Catas:
- Elige la temática de las catas que quieras hacer. Tienes unas propuestas en nuestro apartado Temáticas básicas de cata
- A medida que el grupo gane confianza, puedes explorar temas que os interesen más.
5. Preparar los Elementos Esenciales:
- Asegúrate de tener suficientes copas de cata limpias y sin olores.
- Proporciona agua sin gas y pan para limpiar el paladar entre los vinos.
- Prepara hojas de cata donde los participantes puedan tomar notas sobre cada vino.
- Todo lo necesario lo puedes encontrar detallado en nuestro apartado: Material necesario para la cata
6. Presupuesto para la cata:
- El grupo debe plantear tener un presupuesto para catas. Primero quizás aportar un dinero para el material necesario o ver cómo se consiguen estos elementos. Segundo tener una cantidad determinada de coste por cata para ajustarse a las posibilidades de todos los miembros
- Las primeras botellas con las que organices tus catas te recomiendo que sean de un precio no inferior a 7 euros o dólares ni superiores a 30 euros o dólares. Es un rango de precios de botellas con un cierto nivel de calidad, donde ya vas a poder ver las diferencias de “intensidad” entre los diferentes vinos y podrás empezar a entenderlos y a valorarlos.
- Calcula que una botella dará para unas 10 copas de cata. Podría llegar hasta 12 copas si se reparte con más escasez.
7. Pasos para la cata:
- Tienes todo un apartado detallado sobre cómo hacer una cata en nuestras 2 entradas:
- Se debe destacar que en estos casos hay que hacer un estudio detallado de las botellas que se van a catar: región, climatología, suelo, tipo de suelo, uva, elaborador, etiqueta.
- Si no se tiene claro el orden de las botellas, se puede hacer por su precio, empezando por la más barata y acabando con la más cara. El criterio del precio es el más útil cuando empiezas a formarte
- Igualmente, hacer la cata a ciegas es muy instructiva para no sentirte condicionado por la etiqueta. Y sirve también para comprobar que lo que percibes al catarlo se corresponde con la información obtenida en este estudio previo.
- Sería conveniente que las catas las supervisara alguien que supiera más que las personas que van a participar en ella, evaluando las bodegas, orden de presentación y precios. Sobre todo ayuda a no cometer errores.
8. Discusión y Comentarios:
- Fomenta la discusión entre los participantes sobre sus impresiones sobre cada vino.
- Anima a compartir opiniones y comparar notas para enriquecer la experiencia de cata.
- En el apartado Valoración de la Cata tendrás mucha información al respecto
- Intercambia las ideas aunque puedas pensar que lo que dices son cosas sin sentido o poco técnicas. Indica los olores que percibes y las sensaciones que tienes. Y contrástalo con lo que indican los demás. ESTA NO ES UNA CIENCIA EXACTA NI EXISTEN VERDADES ABSOLUTAS. Cada olor y sensación es algo personal. De lo que se trata es que tus sentidos se vayan desarrollando, empieces a tener referencias y empieces a tener un archivo de memoria de las experiencias que vas viviendo con los vinos.
- Apúntalo todo y empieza a acumular un historial de cata. Es importante al principio porque volverás a él para recordar sensaciones y valoraciones. Después, con más conocimientos, quizás ya no te será tan necesario.
- Sería conveniente que hubiera una primera ronda de cata para todos los participantes por botella y que sobrara para una segunda ronda donde poder valorar la evolución del vino cuando lleva un rato abierto.
9. Conclusiones: Consecuencias de tener un grupo de cata y catar regularmente
- Intenta fijar un día en concreto y una cadencia de catas: por ejemplo, un miércoles cada quince días, o todas las semanas. La regularidad de las catas y la buena preparación harán que avances muy rápidamente.
- La cata normalmente no superará la hora y media de duración y se convertirá en un momento especial de relax y esparcimiento, que ayudará a desconectar un poco del día a día.
- Constataran que, independientemente de la calidad percibida y del precio, siempre hay una botella que se acaba antes que las demás. Esa es la botella que más ha gustado. Esa es la botella que más hay que tener en cuenta para el futuro.
- Lo importante no será tanto el que te acuerdes en un futuro sobre las características de esa botella, muy pocos lo logran, como que empieces a identificar lo elementos de la cata: aromas, sabores, colores, texturas, evoluciones en la copa, y que tus sentidos se vayan afinando para identificarlos en catas posteriores.
- Aprender de una forma autodidacta y sin prejuicios tiene la parte positiva de que no te verás condicionado por las opiniones de alguien que sientes que va por delante de ti, especialmente si las catas las haces siempre a ciegas.
- El juntarse la gente para “CATAR” vino ayuda a ser riguroso, a tomárselo “en serio”. Es cierto que el alcohol acabará cobrando su precio. Pero si la gente se lo toma como algo instructivo y del que quiere sacar un provecho además de disfrutar del vino, el beneficio de aprendizaje hará que el coste de aprender a beber vino sea realmente razonable.